Practica regularmente: Dedica tiempo todos los días para practicar inglés, ya sea leyendo, escribiendo, escuchando música o viendo películas en inglés.
Aprende vocabulario de forma contextual: No solo memorices palabras, intenta aprenderlas en contexto, entendiendo cómo se usan en frases o situaciones reales.
Habla tanto como puedas: No tengas miedo de cometer errores al hablar. La práctica oral es fundamental para mejorar tu fluidez y tu confianza en el idioma.
Sumérgete en la cultura: La cultura está estrechamente ligada al idioma. Sumérgete en la cultura anglófona a través de películas, música, libros y conversaciones con hablantes nativos.
No te rindas: Aprender un idioma lleva tiempo y esfuerzo. No te desanimes por los errores o los momentos de frustración. Mantén una actitud positiva y persiste en tu aprendizaje.